No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos, así que yo debo ser estúpida.
Aunque claro eso no me viene de nuevo, siempre he sido de las personas que ve el vaso medio lleno, que ve lo bueno de las cosas y que ve que no hay nada imposible, pero esta vez, ¡no hay lado bueno!
Y mira que yo pensé que eso era imposible, que en todo había algo bueno, aunque sea una minúscula parte, aunque se tenga que ver con lupa.
Y sí, puede que un amigo mío estuviese muy malito vi la parte positiva, y, ahora está bien, un enfado, ya sabeis chorradas de niños, vi la parte positiva y ahora todo esta solucionado, se alquila el apartamento, pues ahí no hay parte positiva.
Vale, se alquila, pero me han invitado 10 amigos a los suyos, haciendo cuentas estando 3 días en cada casa paso el agosto en Cullera, pues nada, que mi queridísima madre no me deja, que más le dará, encima sale ganando, descansa de mí todo un mes.
Yo, no voy a estar todo agosto metida en casa, o sea, me niego rotundamente.
Y si hay parte positiva ¡qué alguien me la explique!